Sobre el origen del oboe – Rafael Alfaro
Alta madera –haut bois–, oboe:
el bosque está aprendiendo la fugaz
canción del ruiseñor para decirla
con tu lengüeta, luego, ensimismada.
Alta madera –haut bois–, oboe:
el bosque está aprendiendo la fugaz
canción del ruiseñor para decirla
con tu lengüeta, luego, ensimismada.
El puro azul ennoblece
mi corazón. Sólo tú, ámbito altísimo
inaccesible a mis labios, das paz y calma plenas
al agitado corazón con que estos años vivo.
…
Los días de leyenda en que me amabas sin hacer preguntas
hicieron que la ciudad tomara la cara de un juguete
como en los nacimientos al dejarte en las noches
iba a mi casa alegre por calles de aserrín
…
¿Vas a espigar, Isabel?
¡Cuánto siento, criatura,
que bese el sol esa piel
que tiene jugo y frescura
de pétalos de clavel!…
En nombre de quienes lavan ropa ajena
(y expulsan de la blancura la mugre ajena).
En nombre de quienes cuidan hijos
(y venden su fuerza de trabajo
en forma de amor maternal y humillaciones).
Sueña el rey que es rey, y vive
con este engaño mandando,
disponiendo y gobernando;
y este aplauso, que recibe
Pensé en la felicidad, en cómo se teje a diario
con el silencio de la casa vacía
y en que no es súbita ni gratuita
sino una creación, como el crecimiento de un árbol.
…
Te ví una vez, sólo una vez, hace años:
no debo decir cuantos, pero no muchos.
Era una medianoche de julio,
y de luna llena que, como tu alma,
cerníase también en el firmamento,..
Noche fabricadora de embelecos,
Loca, imaginativa, quimerista,
Que muestras al que en ti su bien conquista,
Los montes llanos y los mares secos;
Queridos amigos, cuando yo muera,
plantad un sauce en el cementerio.
Me gusta su follaje lloroso,
su palidez me es dulce y agradable,
y su sombra será leve
sobre la tierra en que dormiré.
…